domingo, 30 de abril de 2017

VI Juegos Panamericanos Cali 1971

Auto-Stop con Huguito..!





Eran los tiempos, del: 'No pregunte tanto... Qué es tan feo..!', frase que le escuche repicar a Ferdinand, un vecino del barrio natal; hablaban con sigilo sobre sus aventuras y yo queria saber mas, ser metido, inquirir, ser curioso, como niño, al fin y al cabo, claro yo ya era un aborrecente de 15.

Los escuche mascullar que querían ir a los Juegos Panamericanos, que se venían promocionando en noticieros y periódicos, próximos a realizarse en Cali, al nombrado vecino y a Hugo, mi hermano; el asunto era el de siempre, dinero..! Estaban tramando de donde conseguir patrocinio para semejante periplo. Después de varias jornadas en el cuarto de arriba, que daba a la calle donde a veces estos amigotes se juntaban a planear sus jornadas lúdicas y yo a la saga los espiaba, parando oreja; en fin, creo, tambien iria Oscar, el mono alto que se volvió dentista, quizá Rene también haria parte de esa expedición, o Jaime..? La verdad no lo recuerdo en este trote, andaba muy entretenido con sus cuates del 'Camilo Torres', Aretha Franklin, etc, y su música rock. 

Al correr los días del mes de Julio y la fecha para la inauguración avanzaba inexorablemente, ya se habían 'reventado los bolsillos' y de tanto atacar que como sería el itinerario; mi hermanito me escucho y me abrió una ventanita que luego pude cerrar, Hugo fue el único de ellos que había conseguido fondos, posiblemente con la venta de retablos que hacía o alguna pintura de apartamento, etc. Empezó la insistencia de que yo quería ir con ellos, a lo que no fui aceptado y rechazado por edad, supongo yo..? No era el contemporáneo de andanzas.

Sin embargo, relatados estos pasajes preliminares, insistí en que yo quería ir, y tenía plata $$$... Pero de donde? Con qué dinero? Tamaña sorpresa, yo tenía cuenta en la Caja de Ahorros de la Calle 68 con Cra. 24 esquina; coordinada mi inclusión, en una soleada tarde, sobre las 2 pm, me dirijo solito, a sacar el ahorro y al revisar con el dependiente la libreta, me dice; tiene $94.25; a lo que le solicito retiro de $90, me requiere mi Tarjeta de Identidad, verifica y realiza la diligencia bancaria;  hecha la gestión me desplazo emocionado y caminando a la casa por la congestionada Calle 68, al estridor de buses y busetas, forasteros, vendedores ambulantes,  y le muestro a Hugo, quien al ver el resultado, con su sonrisa y expresión facial de complacencia, abre los ojos, verifica la moneda y me acepta como su compañero de viaje. 

Acotó hoy, mejor no pudo ser, y seguramente sin socio tampoco hubiera hecho la travesía, quién sabe? Solo él podría contarlo..? De pronto sí, fíjese que se fue al mundial de Brasil en el 2014 y me llamo, se enteró que estaba en Buenos Aires, pero yo decliné, por lo mismo de la estrechez de marmaja, error..! 
Y si no tendría otra gran historia por apuntar; pero así, son las oportunidades...

Copia de la original libreta de la Caja Colombiana de ahorros; mirar detenidamente el renglón 14, ahorro que me abrió la puerta a la contada aventura.


Al otro dia, morral en mano, recomendaciones maternas, billetin de nuestro padre para alguna ayuda. Incertidumbre y desconocimiento por el estilo de transporte sugerido para viajar, crean dudas? Ese es el espíritu aventurero de mi avezado hermano Hugo, quien  explicaba y daba seguridad. Tomamos un bus #10 Muzu-Tejar, hasta la escuela General Santander, ya en el Sur de la ciudad; empezamos a caminar, creo tomamos un urbano extra, que nos sacará más lejos  de la gran  ciudad; ya sobre la Autopista Sur, a lanzar la mano con la señal del 'Auto-Stop', buscando quien nos llevará...

Ya sobre los suburbios de Bosa, otrora, municipio contiguo a Bogotá, hoy localidad #7; un campero UAZ, color beige se detiene forzosamente  a la señal de autostop que le hicimos (con el dedo pulgar indicando o pidiendo un ride ´aventón´) el conductor con la mano nos llama, nos pregunta: "Pa' donde van muchachos..?" Nos inquiere el chofer, con acento paisa, quien diria, si buscaba pasajeros y/o sacar lo de la gasolina..? Quien iba solo; al unísono contestamos pa' Cali..! No importa subanse yo voy para Medellín por Pereira, replicamos: No importa,  nos sirve hasta donde Ud. desvia. Perfecto iniciamos nuestro primera jornada con pie de plomo, vía Girardot, Ibagué, Armenia, Pereira. Lento pero con pelota dominada se desplaza el fortachón campero. Me toco en la banca de atrás lateralizado, quedando guasqui ladeado,  en cambio mi jefe viajó cómodo en la silla del copiloto y echando historias con el driver.

Así fue, el chafirete nos transporta sin escalas a Pereira, nos indica un hotelin decente: "Miren allí se pueden quedar.."  Ahí mismo, comimos un corrientazo paisa con arepa blanca; Nos dice: "Si quieren, yo mañana madrugo y los recojo a las 7 y media,  y los dejó hasta un punto llamado Cerritos, donde se bifurca la carretera, yo hago derecha y sigo a Medellín y Uds. viran a la izquierda, por esa vía llegan a Cali". Con el cansancio del viaje, pasamos una noche de película, plácido sueño, zzz...


Cuando le leí a mi hermano Hugo, via WhatsApp, compaÑero de aventura, me hizo hacer memoria..? Recordó que unos vendedores de ananas -palabra de crucigrama- al vernos forasteros y preguntados acerca de nuestra odisea, en este  punto nos brindaron piñas, dulcesitas..! Como en el vals de mi padre.


Gracias, gracias y recibimos sus buenos deseos, refrescados por la piñetas deleitosas. Después de estos entretelones, continúa la segunda jornada y las manos con el dedo pulgar arriba, -Auto Stop- indican la señal del favor solicitado, minutos más tarde un camión grande, azul oscuro, de 6 toneladas, iba tirando carrocería como dicen ellos, en el argot de los transportistas, y sin mediar palabra, subanse ahi atras: "Yo los dejo en Buga", Perfecto, avanzamos con buena suerte.


Luego nos apeamos del camión, un poquitin maltratados y despeinados, jaja, jaja..! Seguimos nuestro camino y ya se vislumbran los cañaduzales, la brisa fuerte "y ese rayo del sol a las costillas": Diría mi madre; sobre el ruido de la congestionada vía panamericana, aparece una camioneta Chevrolet Apache, rojiblanca, a la que le echamos la señal, chirrían las ruedas y se detiene, la obvia pregunta: Pa' onde van..? La rápida respuesta pa' Cali, subanse, expresa el sagaz timonel, y apostilla: "Yo voy hasta Palmira y ahí ya se van acercando a la Sultana del Valle", afirmativamente respondemos, claro..! Y en un dos por tres, ya estábamos en el parque principal de la bellamente reconocida por el ese éxito bailable de la Billo's Caracas Boys, el porro ´Palmira Señorial´, composicion de Jose Benito Barros y que intituló Armero Señorial en honor a un idílico amor, dedicada a la ciudad blanca, donde vivió por varios años; pero las cosas del comercio y de las disqueras viraron el nombre a la hoy escultural población vallecaucana.

Ya cansados, resolvimos tomar un bus a nuestro destino, paganini..! Las cifras ni recordadas, pero nos tocó un bus largo de carroceria, color azul, de expreso Trejos; al caer la tarde estábamos ya en la 'Sucursal del Cielo', con dirección en mano y previas instrucciones llegamos donde nuestra hermana Aída, que vivía allí y era profesora de la Universidad del Valle; quien con su cordialidad y generosidad, termino de apoyarnos y patrocinarnos la excursión.

Rememorando...  Esa misma noche, tipo 8, nos invitó a comer y fuimos a un restaurante casero donde degustamos un caldo de costilla con huevos duros en un tazón como el del Super Bowl, inolvidable..! Delicioso y verdaderamente levanta animos, gracias a ella la cosa ya era más placentera.

Arribamos, al barrio Bretaña, en el centro de la ciudad donde vivía, con su hija Sandra Nathalia; chica animada, alegre, leía con 2 añitos..?! Si señor, como no, leía frases y palabras que la mamá educadora le había enseñado, anticipándose a la nombrada estimulación temprana de hoy día; menudita y rápida, carita redondita, sonrosada, cabello negro, corría de aquí pa' allá y de allá pa'ca; se le escuchaba decir enternecedoras frases y palabras anteponiendo el sufijo 'tio', que maravilla de chica nos alegró el paseo. 

Seguidamente, nos presentó a la dueña de casa, una matriarca caldense, robusta, no muy alta, costurera, salía con los tejidos, hilos y las agujas echando el remate o última puntada, de grandes espejuelos aumentativos, vestido blanco estampado de flores, estilo de corte a la rodilla, de tela popelina y le comento que estaríamos unos días mientras íbamos a algunas competencias deportivas. A lo que tuvimos su visto bueno y fuimos bien recibidos. Eran la sra. Blanca..? Creo... y sus tres hijas, la mayor se llamaba Piedad y era rellenita, rápida, se desplazaba arrastrando las chancletas, atenta del timbre, pelo largo liso y negro, tez pecosa, la segunda era de cabello más canela casi alazan, piel trigueña, cabello ligeramente rizado y acento muy quindiano, la otra chiquilla, apenas me recuerdo como la tercera. Muy queridas..! Nos orientaron, compartimos comidas, TV y amenas charlas cotidianas.

Fuimos a ver un partido de voleibol entre las selecciones de Brasil y EE UU, al coliseo 'Evangelista Mora', ganó USA, la porra era: 'USA, USA-quen...' bis. Otra tarde, íbamos alrededor del estadio de béisbol, al ir caminando, se escucha la gritería del estadio; salio una bola de un jonronazo, y el rápido de mi brother Huguito, salió disparado y la capturó; fue un gran trofeo, la tendra aun..? Después de tantos trasteos y agua que ha corrido por debajo del puente como dicen popularmente, quien dira..?

En los diferentes escenarios deportivos no faltaban o mejor nos acostumbraron a ir a tomar Milo, una bebida achocolatada de singular sabor, famosa en todo el mundo, reconocida por su etiqueta verde, escrita la palabra reflejando una onda u ola y su slogan: ´Milo te da energía, la meta la pones tú´; ofrecida por simpaticas chicas caleNas, en sugerentes minifalda con los colores verde-blanco, wow y uno con las hormonas a mil..!

De otro lado, recuerdo el 'Coliseo del Pueblo' que fue construido para ese magno evento deportivo, y al pasar en el bus amarillo-crema, una de las tantas combinaciones de colores que caracterizan los urbanos en Cali,  como son conocidas y diferenciadas las rutas en esa ciudad, las piscinas olímpicas se veían desde los buses, etc. 

Ya en mis albores de joven, también fuimos a la 'Discoteca Latina', al margen del rio Cali, un galpón grande que funcionaba desde la tarde, full de muchachitas con sus vistosos y llamativos trajes, a media luz se podían apreciar bailarines de esa, hoy conocida 'Salsa caleña'.

Finalmente, nos regresamos en un Expreso Palmira, viajando toda la noche, los 538 kms. de esa época via Ibagué a Bogotá.

(Cuantos Hugo´s aventureros, se pierden la experiencia de ir a unos Juegos Panamericanos en Barranquilla 2027..?   Gracias a un inepto mariscal de campo... Dejó ´A La costa Atlántica´ título de una composición en ritmo de  porro, con los crespos hechos y más...



Ojo vivo con el proximo a elegir...

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